Después de tres años exigiendo una norma que ofrezca a la Policía Local las herramientas necesarias para garantizar el descanso vecinal y acabar con los botellones
El Partido Popular aplaude la aprobación de la ordenanza para la convivencia urbana, la primera norma del Ayuntamiento de Alcoy para prevenir, vigilar y corregir los excesos de ruido en la ciudad. La normativa, que se aprobará en el pleno del viernes, era una propuesta del plan de acción contra la contaminación acústica, redactado en 2015 dentro de la revisión del Plan General. El concejal del PP Kiko Cantó aplaude la medida que, aún tardía, espera que sirva para neutralizar la realización de botellones en Alcoy. El regidor recalca que el Síndic de Greuges ya advirtió en 2016 de la “pasividad” del Gobierno frente al ruido.
La futura ordenanza municipal de convivencia ciudadana en el espacio público, en su artículo 37, regula los límites para los ruidos y molestias vecinales con sanciones de hasta 750 euros.
En el citado artículo queda prohibido el hecho de perturbar el descanso y la tranquilidad de los vecinos, así como de quienes transiten por la vía pública, en especial entre las 22:00h y las 08:00h, ya sea en propiedades privadas o en la vía pública. Además se prohíbe que los vehículos produzcan ruidos innecesarios, evitando que las emisiones acústicas transciendan al exterior y que causen molestias al vecindario.
“Entenderíamos que la contaminación acústica no fuese una prioridad para el PSOE si la ciudad no tuviese problemas. Pero los estudios alertan de que sí los hay”, puntualiza Cantó. Las mediciones de nivel sonora que incluye el plan de acción contra la contaminación acústica, redactado en 2015, alertan de que la mayor parte de puntos con servicios sanitarios o educativos superan en más de 10 decibelios el límite fijado por la Ley 7/2002, de 3 de diciembre, de la Generalitat Valenciana, de Protección contra la Contaminación Acústica. En concreto, según el plan, el 96% de los 415.542,9 metros de superficie de la ciudad calificada como sanitario-docente presenta lo que el estudio denomina “conflicto acústico”.
La futura ordenanza municipal de convivencia ciudadana en el espacio público, que contará con el voto favorable del Partido Popular, también regula el consumo de alcohol. Prohibe su consumo en la vía publica, con sanciones de hasta 15.000 euros, salvo en los lugares autorizados o en días de fiestas patronales o locales. La normativa municipal establece que será responsabilidad de quien resulte titular, gerente o responsable legal de la actividad que quienes estén consumiendo saquen del establecimiento a la vía pública bebidas alcohólicas, quedando sujeto el consumo de alcohol únicamente en el interior del propio establecimiento o, en su caso, en las terrazas autorizadas.
“El pasado agosto ya alertamos de los problemas de contaminación acústica que padece Alcoy, problemas agravados por botellones en zonas como El Parterre o la zona de Gonzalo Cantó y marcados por la pasividad del gobierno socialista. Por fin, después de tres años realizando peticiones, hemos conseguido materializar una ordenanza que ofrezca a la Policía Local las herramientas necesarias para garantizar el descanso vecinal” concluye Cantó.
Los jóvenes hacen botellón principalmente por estar con los amigos y por divertirse. Creo que es mayor la proporción de aquéllos cuyo objetivo prioritario es beber, e incluso emborracharse. Gracias por esta ordenanza
Estamos en julio de 2023, han pasado 3 meses de esta noticia y no se ha hecho nada.
Hace dos semanas llamé a la policía local para advertirles del escándalo que se estaba produciendo por la noche en la Avenida de la Hispanidad como consecuencia de borracheras en las terrazas de los bares (que alegremente ocupan todo lo que quieren de la vía pública y más).
La repuesta de la policía local fueron darme excusas y largas («ahora no tengo coches disponibles», «el jefe de la policía local no está en las dependencias),etc).
Todo ello se realiza con el conocimiento necesario y la connivencia del Ayuntamiento en general y de Alcaldía en particular. Cuando no es por motivos electorales es por otros intereses que no se dan a conocer.